Mis Princesas

Si alguno de ustedes se hace asiduo visitante a mi blog (que espero así sea), muy probablemente se encontrará con muchos artículos relacionados con dos personas de las más importantes en mi vida: mis dos sobrinas, las princesas Camila y Lucía.

Yo veo mucho de mí misma en mis sobrinas (yo creo que eso son los genes), no voy a decir que son igualitas a mí en todo, pero hay muchas cosas y actitudes que irremediablemente me hacen pensar que me estoy viendo en un espejo. También me gusta pensar que lo poco que yo pueda influir en ellas será provechoso en su crecimiento y las ayudará a ser personas de bien.

Lucía es la mayor, tiene 5 años y se llama como yo. Yo soy su madrina y cuando esa muchachita nació, yo me volví loca (aunque eso me ha pasado con cada uno de mis 5 sobrinos). Eso es lo que se llama una niña inteligente, despierta y exigente. Pero ustedes no se imaginan lo exigente de esa niña, lo primero es que ella pide las cosas exactamente como las quiere y te da todos los detalles. Un ejemplo de esto es su fiesta de cumpleaños No. 5, ella pidió el siguiente bizcocho : de chocolate, relleno de blanco (asumimos que eso es crema), con el suspiro rosado, pero decorado con blanco a los lados. Mi hermano compró otro y no se imaginan la cuerda que cojió esa muchachita… que eso no fue lo que ella pidió, que a ella no le gustaba, que ella dijo como era que lo quería, etc.

Es fanática del Nintendo DS, Barney, los Backyardigans, Scooby Doo, Pinky Dinky Doo y los Padrinos Mágicos, y se quilla porque su mamá le prohibió ver Naruto (es que eso es muy adulto para ella realmente) entre otros programas, los que como habrán adivinado yo tengo que ver los sábados que son los días que se pasan en mi casa.

Lucía no cae en ganchos y se da cuenta cuando uno le está metiendo un cuento, es tímida cuando no conoce a alguien, es súper cariñosa y tiene una memoria increíble, no le gustan las cosas feas y es die hard fan del rosado. Ahhhh y le gusta hacer muecas cuando le vas a tirar una foto.

Camila es la pequeña, tiene 5 años, y obvio.. también me volví loca cuando nació. Físicamente se parece mucho a mí, y en muchas cosas es opuesta a Lucía. Mientras Lucía en Navidad pidió un My Little Pony Set, Camila pidió : una cartera, unos tacos, un collar y un pintalabios morado (ella es loca con el morado y quisiera que todo fuera de ese color). Cuando llega a mi casa lo primero que hace es ponerse unos zapatos míos y engancharse una cartera. También la encontramos un día parada en una silla frente al espejo de mi gavetero con la cara blanquita poque se había bañado en crema. Le gusta que yo le ponga perfume y que le pinte las uñas. No le gusta amarrarse el pelo, y quisiera siempre tenerlo suelto. Le gustan los vestidos y los programas de TV que le gustan a Lucía, agregando absolutamente TODOS los programas del Discovery Kids, sobre todo Fifi y los Floriguitos y Pocoyo.

Camila es extrovertida, sumamente cariñosa y no tan independiente como Lucía, pero tiene un carisma que he visto poco en otros niños y una sonrisa que ablanda cualquier corazón al momento de intentar «dar una pela »

Tengo muchas anécdotas en las cuales ellas son las protagonistas, y eventualemnte iré relatando episodios con ellas, pero sirva este tema como introducción a las dos personitas que ahora mismo acaparan mi atención.